lunes, 8 de noviembre de 2010

Visita a fanny Abanto Calle


El día sábado en horas de la mañana un grupo de equipistas, así como las amistades de Fanny nos congregamos hasta su tumba. Se hizo la oración, se elevaron cantos pero sobre todo se recordó momentos vividos junto a Fanny.

Las comunidades de Equipos Docentes de Chiclayo

Alguien excepcional.
Hace ya 31 años un ángel del cielo regreso junto al Dios Padre. Ella es nuestra querida Fanny Abanto Calle. En nuestras comunidades, este mismo ángel a pesar de no tener una presencia física junto a nosotros, nos sigue acompañando y nos permite ver en su ejemplo de vida fortalezas que necesitamos cultivar para llevar adelante nuestra tarea como maestras y maestros.
Quienes gozaron de su amistad  reconocieron que no existía en ella debilidad, cansancios, o sentimientos egoístas. De imagen frágil demostraba en todo momento que tenía energía para realizar más de una buena obra. Fue en verdad un ángel con cara de mujer.
El propósito de este blog es dar a conocer quién fue Fanny Abanto Calle, para el magisterio peruano.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Cualidades dentro de la labor docente

Taller en la IE “Fanny Abanto Calle”


Existe una escuela que lleva por nombre Fanny Abanto Calle, antes  I.E. Nº 10923. Esta ubicada  al norte y en las afueras de la ciudad de Chiclayo, en el distrito de  José Leonardo Ortiz.
El día jueves 04 del mes de noviembre iniciando las actividades de las comunidades de Equipos Docentes EDOP filial de Chiclayo se realizó un taller a cargo de Graciela Yap García y Ruth Sarela Zevallos.
Durante dos horas los y las maestras tuvieron la oportunidad de reflexionar sobre su labor docente a partir de qué tipo de maestros y maestras queremos para nuestros niños/as y adolescentes.
El ambiente agradable en el que se desarrollo permitió hacer un viaje al pasado y recordar las cualidades de los maestros y maestros que tuvieron.
Así también se mencionaron:
- las cualidades que todo ser maestro/a deben tener
- la forma como se ha valorado a través de la historia la labor docente
- la importancia de la educación religiosa, que nos permitan cultivar valores de amor y solidaridad.
- la necesidad de sentirnos dignos, orgullosos del trabajo que desarrollamos.

viernes, 29 de octubre de 2010

TESTIMONIO DE VIDA:

·        HIJA: amorosa, solícita,
·        HERMANA: cariñosa, fraterna, servicial.
·        MUJER: íntegra, firme, valiente.
·        AMIGA: sincera, confiable
·        COMPAÑERA: del más débil, de su pueblo marginado, de los luchadores sociales y sindicales, de las mujeres, hombres y niños de los pueblos jóvenes
·        CRISTIANA: fiel discípula de Jesús, colaboradora de  María en el servicio, celebrante, dadora de vida, 
  • MAESTRA: Inteligente, practicante de valores, orientadora, amiga de sus alumnas, equipista. LUCHADORA SOCIAL, dirigente, formadora de líderes, CLARA OPCIÓN POR LOS POBRES
Hoja elaborada por Sarela 

FANNY ABANTO

Juan dumond Ch.
1979: Dos personas amigas. Dos vidas demasiado cortas que se acabaron - ¿Se acabaron?- no, esas vidas se han consumido por amor de Cristo y de su pueblo. Hugo Echegaray en Abril, Fanny Abanto en noviembre.
Entraron totalmente en el amor sin límites del Dios que está en nosotros, entre nosotros. Siguen con nosotros; los dos tenían la misma edad.
Conocí a Hugo en Francia; lo encontré en la estación de un bus, cerca de Chamonix en los Alpes; él estudiaba en Lyon; venía a participar en un encuentro de profesores de cuatro continentes. El me hizo leer las primeras separatas en francés sobre la Teología de la Liberación; hablaba con pasión de su pueblo, de su iglesia. Después, cuando venía a País, nos escapábamos para visitar unos museos, por ejemplo los impresionistas. Poco a poco, con una amistad exigente, me orientó hasta su Perú, me recibió, me propuso unos caminos en la Iglesia. Yo probé cómo un intelectual podía poner su inteligencia al servicio de Cristo y de sus preferidos; se metió a la escuela de los pobres; y esos pobres han regalado a Hugo una renovada comprensión de Cristo.
***
¿Y Fanny? Llegué al Perú a fines del 75; viajé a provincias por primera vez en mayo del 76. Tumbes, Piura, Chiclayo, Trujillo, Laredo, Chimbote, buscando a maestros deseosos y capaces de evangelizar al mundo de la educación. Llegué a Chiclayo, vi a unos pocos profesores/as a religiosos, a sacerdotes que me recibieron como un hermano: todo el mundo me decía “hay que conocer a Fanny”. Y yo,, una vez, dos veces, diez veces fui a la casa de Fanny Abanto, en la calle frente a la Normal ; he conocido al papá, a la mamá; yo he admirado los enormes camotes de la chacra y probado la hospitalidad de la familia. Pero Fanny estaba en la escuela, en el sindicato, alfabetizando a las señoras de los PP.JJ se reunía con los lustradores de zapatos, visitaba a los presos políticos y otros presos, animaba la comunidad cristiana de Reque, de la Victoria, etc. ¡Venía tarde a casa!
Por fin conocí a Fanny y arrancó el pequeño equipo.
Se hablará de Fanny, mujer militante sindical, pedagoga dentro y fuera de la escuela, sembradora de Comunidades Cristianas, amorosa de la vida, de los paseos en tierra de Chachapoyas y otras tierras. Yo hablaré de otros aspectos que a veces no se encuentran en los militantes.
v  Para ella el “sí” era “sí”; el “no” era “no”, sea en su familia, sea en la escuela, en el sindicato, en la iglesia. Lo decía con dulzura y firmeza; por eso la castigaron y en 1978 en su colegio la pasaron de secundaria a primaria, en 1979 la cesaron. Por eso en la huelga el 78 la golpearon y la detuvieron y ella no aceptó la intervención de su papá para liberarla; por eso caminó hasta caer de un derrame cerebral y murió son disfrutar de los privilegios de los ricos, de esa muerte, yo soy testigo.
v  Un segundo aspecto: ella buscaba la verdad y la decía, cueste lo que cueste, pero nunca actuó con sectarismo que es una de las más grandes plagas de los militantes. Buscaba la unidad, en el servicio concreto del pueblo. En las luchas magisteriales y las del pueblo, visitaba a los presos de cualquier tienda política e invitaba a los demás a hacer lo mismo. Así yo recibía llamadas para hablar con unos dirigentes del Sutep detenidos en la Guardia Republicana (1979) y ella se mataba para ayudar a los familiares de esos detenidos.
v  Un tercer aspecto: los militantes busca formar militantes, eso está muy bien; Fanny lo hizo, pero era discípula de alguien que amaba y privilegiaba a los pequeños, a los pobres. Por eso se hizo “comer” hasta lo último de sus fuerzas por la gente que la necesitaba; lo hizo sin mirar su cansancio ni esperar cualquier beneficio político, sindical, eclesial, personal. La gente que la buscaba era pobre; siendo los pobres rostros de Cristo, se tenía que: escucharlos, servirlos, amarlos. Esa es una gran lección para nosotros; si no tenemos en nuestras vidas un amor gratuito a favor de niños, enfermos, ancianos, presos o gente que llamamos “irrecuperable!, no seremos discípulos de Cristo.
v  Por fin Fanny me fortaleció en mi fe en la Resurrección. La celebración de su entierro fue la proclamación de su Resurrección por el pueblo entero.
***
Cada uno de nosotros tiene sus santos preferidos, yo como los demás: Jeremías el profeta, Juan Bautista, Francisco de Asís, Santa Teresita, Carlos de Foucauld Fernando un amigo campesino que se convirtió en la edad adulta y murió en la resistencia contra el nazismo, Hugo Echegaray, Fanny Abanto, pequeños granos de trigo inmersos en tierra de humanidad, orientadores y salvadores de la humanidad, con quienes caminamos en Cristo nuestro camino.

                                                                   

LA VIDA DE LOS QUE MUEREN EN EL SEÑOR NO TERMINA

Hemos visto ir a la tierra un pequeño grano de trigo
“Ahí, enterrada cara al sol
la nueva tierra cubre tu semilla
la raíz profunda se hundirá
y nacerá la flor
del nuevo día”
Hemos visto surgir de la vida de la pasión, de la cruz, de la muerte de Fanny, hemos visto surgir un pueblo. Visión impresionante la de ese pueblo en las calles de Chiclayo.
“No te gustó el sabor de la soledad
ni el silencio pudo ceñir tus labios
Y en tu partida demostraste lealtad
nunca fue tan grande tu unidad”
La vida de los que mueren en el señor no termina, se prolonga en nuestra práctica a favor de los pobres y oprimidos en quienes descubrimos a Jesús
“Tu muerte muchas vidas traerá
Que hacia donde tú ibas marcharán
Cantando…”

FANNY, EDUCADORA EN LA ESCUELA Y EN EL PUEBLO

Como profesora supo darse a sus alumnas por entero, ya que a pesar de sus múltiples ocupaciones no faltaba a clases. Cuando se retrasaba por unos minutos, pedía disculpas. Sus clases eran claras, sencillas, con ejemplos de la realidad que vive la juventud. Demostró que la disciplina no es ejercer autoridad con castigos, amenazas o acogiéndose a un reglamento, sino que en el aula, en el patio rodeada familiarmente de sus alumnas su autoridad era un hecho moral.
Tuvo en cuenta el aspecto integral del alumno/a, preocupándose por los cambios de actitud y orientándolos hacia la práctica de valores.
Desde una perspectiva laical, enseñó a muchos a captar la realidad política y eclesial. A entrar en el tiempo peruano, su manera de mirar el mundo, su cultura. A percibir la realidad desde el punto de vista del pobre. A abrir el camino de la solidaridad: sufrir con los que sufren cuando los problemas no se pueden solucionar en el corto plazo.
Su clara y viva inteligencia le permitió una capacidad admirable de análisis y síntesis, con intervenciones oportunas para aclarar lo que se debatía.
Realizó una gran labor de difusión de la cultura, especialmente en los barrios marginales. Amiga directa de poetas y pintores; era una convencida de que el arte es un medio para tomar conciencia de la necesidad de transformar la sociedad.
Leer:

ORGANIZARSE Y LUCHAR

Tenía la firme convicción de que nunca será permanente ni justificable el mal y que siempre es posible redimir, purificar, mejorar el estado colectivo. Con una precaución constante por animar y fortalecer la organización como garantía de autonomía y eficacia de la acción del pueblo en la lucha por sus reivindicaciones, apoyó innumerables organizaciones: canillitas, lustrabotas, asociaciones de pobladores en los barrios marginales o pueblos jóvenes y de madres, formación de cooperativas de crédito; promueve un Cabildo Abierto para solucionar los problemas de falta de luz y agua.
Con Fanny aprendimos que nadie consigue una victoria contra la adversidad si no la trabaja, si o la sabe sufrir, sino la sabe vencer.
La única manera de trabajar es la esperanza de un pueblo es a través de acciones planificadas en un proyecto que abarcando la vida entera, sea asumida con seriedad y autonomía por las organizaciones del pueblo. La necesidad de la acción común fraterna está expresada en los versos de Nazim Hikmet que ella siempre recordaba
“Que se cierren las puertas a los que explotan a sus semejantes
Que se cierren siempre
Que los hombres no sean esclavos de los hombres
Esta es una consigna:
Vivir fraternalmente como viven los árboles de un bosque”
Dirigente eficaz e incansable en la lucha por los intereses del Magisterio. Siempre unitaria en el gremio SUTEP Nunca sectaria. Comprendió que la unidad en la organización sindical, la fortalece; el sectarismo, la debilita.
Atenta a las necesidades de los maestros, tenía siempre una palabra amable, de consuelo y de esperanza en los momentos más duros de la huelga nacional de cuatro meses en 1979, de la cual quedaron despedidos 5,000 maestros. Ella también quedó sin trabajo, pero igual seguía preocupada por las profesoras de su centro educativo a las que acompañaba sin perder el vínculo.
Leer comentariohttp://news.bbc.co.uk/hi/spanish/specials/newsid_4211000/4211982.stm

UNA VIDA MARCADA POR EL AMOR

“El amor no calcula, se da”

El que sigue a Jesús deja huella y da fruto como El, tanto en vida como después de la muerte, pues su recuerdo anima, moviliza e impulsa a la acción. La vida de Fanny estuvo marcada por el amor, ese amor que se orientaba especialmente hacia los pobres y necesitados. Cuando alguien le tocaba la puerta con una receta en la mano, no le preocupaba pensar si era o no asistencialismo atender la necesidad urgente del hermano. Nunca despidió a nadie sin haberlo atendido: salir a comprar la medicina, velar el sueño de un enfermo en el hospital o atender el pedido de un estudiante sin recursos económicos. Hechos de los cuales guardaba gran reserva. Visitaba a los presos brindándoles todo tipo de apoyo.
Lo que siempre admiramos en ella fue su gran capacidad para combinar el acercamiento y trato personal cálido y lleno de ternura, que nos hacía sentirnos importantes y queridos, y a la vez saber ubicarnos como pueblo, como grupo. Nos recordaba que somos parte del pueblo y que juntos - tomando conciencia de nuestra situación y participando- debemos tener en lo personal y lo colectivo si queremos asegurar relaciones humanas profundas y fraternas.
El amor – que tuvo expresiones concretas en su vida personal, familiar, política, gremial- se alimentó de la fuente generadora de toda vida: Dios. Su esperanza en la llegada del Reino le hacía decir: “Llegará el día en que todo esto cambiará, trabajemos con fe”. Animada por esta esperanza, en su vida había convicción y alegría que sabía trasmitir a los demás.
En toda esta experiencia de vida, la Comunidad Cristiana tuvo un papel muy importante. Buscó compartir y confrontar en la comunidad su compromiso y su fe. Su sentido de Iglesia la llevó a compartir y buscar el encuentro con otros hermanos y otras comunidades con las que oraba y celebraba la Eucaristía.
En la historia de nuestra Iglesia y de nuestro pueblo hay vidas ejemplares, personas que asumen con valentía y autenticidad el llamado del Señor, respondiendo concretamente al tiempo que les tocó vivir. Testigos del Señor que van marcando nuestro camino.
“Seguir luchando día tras día. Realizar el trabajo con la idea de que éste sea algo duradero. Trabajar para que cuando no estemos los demás continúen”

Estuvo convencida de que la formación, el trabajo y la organización son fundamentales en la transformación de la sociedad.
Amaba el futuro de la gente, para lo cual preparaba el presente, sobre todo de aquellos marginados: los pobres, los campesinos, los habitantes de barrios marginales, los eventuales, los obreros, los que según expresión de Puebla, son los rostros de Cristo. Y por que los amaba, junto con la ayuda concreta para suavizar en parte su dolor, a la que unía la sonrisa y mano amiga, añadía la palabra oportuna para una toma de conciencia y el esfuerzo para su organización.

RECORDAR ES VOLVER A TRAER AL CORAZÓN…

Recordar es volver a traer al corazón lo que siempre estuvo en él. Sólo se recuerda lo que se quiere.
Fanny era frágil y delicada como una flor. Sin embargo, tenaz y combativa, defendía sus ideas hasta las últimas consecuencias. Hoy para nosotros/ases símbolo de la mujer que no se deja intimidar, de la mujer que sabe mantenerse firme en sus principios, que sabe darse sin temblor ni temor cuando, por lo que se quiere, hay que luchar.
Sencilla, delgada, con la sonrisa en los labios, con sus lentes y su clásico bolso; apacible y serena, solícita y comprensiva. Palabra oportuna de aliento y consejo. Profundo respeto por cada persona y sus decisiones.
En “estos versos sencillos, que dejamos caer como temprano rocío sobre la tierra que guarda tan excelso trigo”, recordamos su inolvidable figura:

                                                       Tus manos siempre abiertas de par en par
                                                       extendidas a tus más pobres hermanos,
                                                       como sabio y tierno libro
                                                       ofreciendo sus sublimes verdades.
                                                      Tu voz, lucero súbito
                                                      caído en medio de la herida oscura
                                                      de mi pueblo, nos confió que existe un mundo 
                                                      saturado de sol
                                                      al otro lado del tormento
                                                     Tu bolso, en cuyo fondo
                                                     un rojo lucero palpitaba
                                                     y paría cada madrugada
                                                     un grito, una poesía, una oración
                                                    Cofre repleto de Buenas Nuevas.

NACER Y CAMINAR.

                                    “El camino del justo es la rectitud” (Is. 26, 7) 
Nace el 6 de enero de 1939. Muere el 5 de noviembre de 1979. Estudia en la Universidad de Trujillo. Se gradúa de profesora en la especialidad de Filosofía y Ciencias Sociales. Es maestra en Chiclayo. Su andar es un seguir gratuito y generoso al lado de los /as pobres de nuestro pueblo en un estilo de vida muy evangélico profundo amor a Dios y al prójimo, oración plena de vida, evangelio latiendo en el corazón y en sus manos. La fe anima los diferentes compromisos que asume, siempre con una constante: la terca perseverancia de defender la vida del pobre. Fanny entró de lleno en la percepción de que su compromiso con el pueblo, cin su profesión, con la necesaria transformación de la sociedad, era parte de su vivencia cristiana.
Su vida es corta pero intensa, de permanente entrega, de servicio a los demás, de amor traducido en actos diarios y concretos. De ayuda silenciosa y desinteresada. De mano solidaria extendida hacia todos sin importarle elc olor de sus banderas. De trabajo infatigable en las organizaciones de base. De grito preñado de protestas y esperanzas  populares. De ojos limpios jamás empañados por el sectarismo. De voz ardiente y clara. De alegre sacrificio. De resistencia en los momentos duros.
Su testimonio personal alentaba a los más tímidos, daba ánimo para seguir, y le importaba conquistar e interesar a otros, ampliar el círculo: con modestia, con gran sensibilidad, pero con perseverancia y fuerza indomable, irradiaba su convicción profunda y suscitaba colaboraciones y nuevas entregas.
La vida de Fanny Abanto Calle es un reto a nuestras vidas.
Lease también: Testimonio de vida: http://lylyarca.blogspot.com/